DUQUESA, EL DRAGÓN INFERNO DE SANTO DOMINGO. Qué hacer para proteger tu familia.

Un dragón  infernal nos ataca sin piedad con más furia cada vez. Una GRAVE amenaza a la salud de la población,  un RETO para las autoridades que deben ENFRENTAR éste siniestro dragón de fuego y convertirlo en un dragón amigable.  !SE PUEDE! Es un asunto de VOLUNTAD y PLANIFICACIÓN.  Mientras tanto nos llega el oxígeno de una  esperanza de solución. !PROTÉJASE Y PROTEJA SU FAMILIA!

Mantenga el aire en interiores tan limpio como sea posible si le aconsejan que se quede adentro. Mantenga cerradas las puertas y ventanas. Encienda el aire acondicionado, pero cierre la entrada de aire exterior y mantenga el filtro limpio para evitar que entre el humo. Si no tiene aire acondicionado y hace mucho calor para estar adentro con las ventanas cerradas, refúgiese en un centro de evacuación designado o lejos del área afectada. Obtenga más información sobre cómo protegerse a sí mismo y a su familia del humo durante un incendio forestal.
Evite las actividades que aumenten la contaminación del aire interior. Prender velas, chimeneas o estufas (cocinas) de gas puede aumentar la contaminación en interiores. Pasar la aspiradora revuelve las partículas que ya están dentro de su casa, lo cual contribuye a la contaminación del aire en el interior. Fumar contamina aún más el aire.

Haga lo que le aconseje su médico u otro proveedor de atención médica sobre los medicamentos y sobre su plan para manejar los problemas respiratorios, si tiene asma u otra enfermedad pulmonar. Considere evacuar el área si está teniendo problemas para respirar. Consulte a su médico si sus síntomas se empeoran.
No cuente con que las mascarillas antipolvo le brindarán protección. Las mascarillas de papel o las antipolvo que comúnmente se venden en las ferreterías están diseñadas para atrapar partículas grandes, tales como el aserrín. Estas mascarillas no protegerán sus pulmones de las partículas pequeñas que se encuentran en el humo de los incendios.

Elija el respirador correcto
– Los respiradores se venden en muchas ferreterías, tiendas de reparación de casas y farmacias.
– Elija un «respirador de partículas» que haya sido probado y aprobado por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH). Tendrá las palabras «NIOSH» y «N95» o «P100» impresas en él.
– Elija un respirador que tenga dos (2) correas para rodear su cabeza.
– Elija un tamaño que cubra su nariz y debajo de su barbilla y que se ajuste bien a su cara. Cualquier fuga alrededor del borde de la máscara hace que el aire sin filtrar entre y sea inhalado.
– NO elija una mascarilla con una o dos correas alrededor de las orejas. No están diseñadas para sellarse firmemente a la cara y no protegerán sus pulmones.
Cómo usar este tipo de respirador
– Para obtener una t segura, coloque el respirador sobre su nariz y debajo de su barbilla, con una correa colocada debajo de las orejas y otra encima de las mismas (ver foto en la página 1).
– Pellizque la parte metálica del respirador (si la hay) sobre la parte superior de su nariz para que quede bien sujeta.
– Siga las instrucciones del paquete sobre cómo comprobar si el sello de la cara está bien apretado.
– Asegúrese de que la piel esté limpia y afeitada en el lugar donde el respirador toca la cara. Un buen sellado no es posible con el vello facial.
– Deseche el respirador cuando le resulte más difícil respirar o si se ensucia.
Posibles riesgos
– Usar un respirador puede dificultar la respiración. Si tiene problemas cardíacos o pulmonares, pregúntele a su médico antes de usar un respirador.
– Si tiene problemas de respiración, se marea o tiene otros síntomas mientras usa un respirador, vaya a un lugar con aire más limpio y quíteselo.
– Usar un respirador, especialmente si hace calor o si es físicamente activo, puede aumentar el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor. Tome descansos con frecuencia y beba agua.
– Los respiradores no vienen en tamaños adecuados
para los niños. Dado que no están lo suficientemente bien como para proporcionar un sellado facial hermético, no serían e ectivos en la reducción de la exposición.

Fuente: CDC