Queremos insistir en el adecuado consumo de la vitamina D para fortalecer nuestro sistema inmune. Nos topamos con éste articulo reciente que sigue acentuando la importande de ésta maravillosa vitamina que por demás ¡NO CUESTA NADA! Es gratis para todos.
Se ha especulado mucho sobre si la vitamina D podría prevenir o ayudar a la supervivencia con COVID-19, y dos estudios recientes parecen subrayar la relación.
En el primer estudio, que aparece en la revista Aging Clinical and Experimental Research, investigadores británicos encontraron que las infecciones y muertes por COVID-19 eran más altas en países donde la gente tenía bajos niveles de vitamina D, como Italia y España, en comparación con los países del norte de Europa, donde los niveles promedio de vitamina D eran más altos.
Los investigadores explicaron que las personas del sur de Europa podrían tener una pigmentación más oscura, lo que reduce la síntesis de vitamina D, mientras que las personas de los países del norte de Europa consumen más aceite de hígado de bacalao y suplementos de vitamina D.
El segundo estudio apareció en la revista en línea medRxiv, pero no ha sido revisado por pares. En él, un equipo de la Universidad Northwestern de Evanston, Illinois, analizó datos de 10 países, incluidos los Estados Unidos.
Dirigido por el investigador postdoctoral Ali Daneshkhah, la conclusión del estudio fue la misma: los bajos niveles de vitamina D se relacionaban con un sistema inmunológico hiperactivo.
La llamada «vitamina del sol» refuerza la inmunidad y previene una respuesta inmunológica hiperactiva, dijeron los investigadores de Northwestern, y añadieron que su hallazgo podría explicar varios misterios, entre ellos por qué es improbable que los niños mueran a causa de COVID-19.
Pero el Dr. Mark Bolland, profesor asociado de medicina de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda, que ha investigado los efectos de la vitamina D en la salud de los huesos, dijo que ninguno de los dos estudios prueba causa y efecto.
«Hay numerosos ejemplos en los que los bajos niveles de vitamina D se han asociado con una afección, pero aumentar los niveles no la mejora», dijo Bolland.
Dijo que los trabajos eran «muy especulativos» y que se basaban en la misma falacia.
«Es demasiado simplista decir que, debido a que algunos países tienen niveles promedio de vitamina D más bajos, esta es una razón probable para las peores estadísticas de COVID», dijo Bolland.
Pero William Grant, director del Centro de Investigación de la Luz Solar, Nutrición y Salud de San Francisco, tenía una opinión diferente.
Para él, los hallazgos se suman a los resultados de otros estudios de observación que encontraron que aumentar los niveles de vitamina D podría ayudar a prevenir COVID-19 o hacerlo menos grave.
Mientras tanto, el Dr. Frank Lau, profesor asociado de cirugía clínica de la Universidad Estatal de Luisiana, dijo que su investigación muestra claramente que la vitamina D puede marcar la diferencia.
Los pacientes cuyos niveles son bajos tienen una respuesta inmunológica más débil al nuevo coronavirus, dijo. La vitamina D la fortalece, permitiendo que el cuerpo desarrolle anticuerpos contra el virus y que evite que se propague por todo el cuerpo, dijo Lau.
Se están realizando ensayos clínicos para ver si la vitamina D puede ayudar a los pacientes infectados.
El propio ensayo de Lau implica dar vitamina D a los pacientes en las primeras etapas de la infección por COVID-19. Mientras tanto, un ensayo en Francia está investigando si la vitamina D beneficiará a las personas con infección severa, dijo.
Aunque Lau sospecha que la vitamina D no ayudará una vez que la infección es severa, cree que aumentar los niveles de vitamina D puede ayudar a prevenir la COVID-19. Pero hay una forma más efectiva de hacerlo que tomar un suplemento, dijo.
«La forma más fácil de obtener tu dosis diaria de vitamina D es simplemente pasar de 10 a 15 minutos al día al sol», dijo Lau. «Es barato, es gratis y obtendrás toda la vitamina D que necesites».
La vitamina D también se encuentra en alimentos como el pescado graso, los productos lácteos fortificados y los cereales, el hígado de vaca, el queso y las yemas de huevo.
Fuente:
MedicalNews
LUNES, 11 de mayo de 2020 (HealthDay News/DrTango) —